7.1.11

quiero ser cómplice tuyo, como en toda la vida.

Parece ser que me reconcilié con los cambios.
Desde que tengo memoria que me resisto a los cambios, que no me gustan, que pienso que todo lo que fue, fue mejor.
Pero la vida te obliga a cambiar, minuto a minuto estás cambiando, y no sé si yo cambié mucho en el último tiempo o si las cosas que me pasan cambiaron tanto que tengo que reaccionar de forma diferente. Tiene que ver con crecer también, pero yo no me siento una persona diferente, la línea de mis pensamientos va por el mismo lado, nada más que me manejo de otra forma y veo cosas que antes dejaba de lado. Y así me iba... jaja.
Por ejemplo, cuando mis abuelos maternos se mudaron, hace unos cuantos años, me pegó muchísimo la idea de no poder entrar más a la casa en la que me había criado prácticamente, y cada vez que pasaba por ahí y la veía tan distinta, odiaba a los nuevos habitantes. Ahora, no me importa ni un poco, es solamente una casa, y los recuerdos los llevo conmigo, asi que el presente no puede afectarlos. Y hace como una semana, mi otra abuela, cambió toda la casa, construyeron y no sé qué y es otro mundo, pero no me puse mal como en el otro caso, porque aunque también viví muchas cosas ahí, y me gustaba como estaba, entiendo que para ella va a estar mucho mejor, más segura y más lindo.
Son ejemplos boludos pero creo que se puede notar la diferencia.
Y terminé el colegio y no me importó, y ahora tengo que empezar la facultad y si, se puede decir que algo ansiosa estoy, pero tampoco para tanto.
En síntesis, creo que es importante que uno mismo produzca cambios en su vida que lo ayuden a avanzar, y que los cambios que se te plantean desde afuera o que se te imponen, hay que aceptarlos y tratar de vivir con ellos. Y en ese caso no me refiero a cambios como la estructura de una casa sino a cosas mucho más complejas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario